top of page

¿CITAS...? 

Actualizado: 25 feb 2020

Tener una cita es desgastante, tedioso e improductivo. Salir a conocer a alguien siempre es un martirio, no importa si se contacta por una app de citas o si el primer acercamiento fue en una red social cualquiera. El solo hecho de entablar una conversación que conlleve a un encuentro, desgasta. Se termina aceptando ir a lugares que están lejos, que no nos gustan o simplemente, no nos nace ir, pero aún así terminamos yendo.

Pasemos a lo aún menos agradable. Llegar al sitio que nunca se pensó ir con una sonrisa impostada tratando de agradarle a la contra parte, si que es incómodo. Cada uno se hace el escaneo respectivo, como si alguno naciera para cumplir las expectativas del otro. Ya no hay vuelta atrás, se queda por decencia si no agradó (deseando que el tiempo se acabe pronto) o con entusiasmo genuino si hubo conexión, pero sin importar cuál haya sido el resultado no se sabe cómo continuar. Se viene un saludo improvisado y mal ejecutado: manos que terminan estiradas porque un abrazo les ganó, un cachete listo que nunca lo besaron o un sin número de piruetas nada sincronizadas.

El plan, que no siempre tiene un acuerdo previo, es lo importante. Saber qué hacer para que el tiempo con la nueva persona agrade y se disfrute, pero no siempre sucede así. Una cena con un mal hablador o cine con un charlatan. Caminar con un perezoso o tarde de pereza con un hiperactivo. Mejor dicho, mientras más avanzamos, más peros saldrán. Ya vimos el inicio y nudo de este cuento, pero falta el final, en su mayoría alejados de la felicidad. Al despedirse, ninguno sabe cuándo volver a hablar o quién deba hacerlo. Muchas otras veces, nadie lo hace y no vuelve haber un hola después de ese adiós. No hubo el pronto de ese hasta.

Conocer a alguien es que nos quiten parte de la confianza que caminar a solas nos dió.

Escrito por: Julián Medina.

 
 
 

Комментарии


Suscribirse

©2018 by Inside The Closet. Proudly created with Wix.com

bottom of page