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LA MODA SI ES UN ACTO POLÍTICO.

Usualmente el campo de la política es algo en lo que no suelo meterme. Uno siempre tiene una opinión que por más que se desee compartir, es mejor por muchas razones adoptar una posición de silencio, ya que en un país de amores y odios como lo es Colombia uno no sabe qué puede pasar a la hora de dar a conocer sus preferencias e inclinaciones políticas. Es más, mientras escribo este artículo pienso que el tema político es lo último de lo cual estaría hablando y opinando en esta plataforma, sin embargo hay una razón por la que lo estoy haciendo.


El día de ayer se llevaron a cabo las elecciones para alcaldes y para el concejo tributario alrededor de todo el país. Muchos compartimos nuestros ideales y pensamientos a la hora de conocer los ganadores de dicha jornada de votación sin distinción alguna por medio de las diferentes redes sociales, y hoy mientras deslizaba mi dedo a través de la pantalla de mi celular revisando Twitter, me llamó la atención el tweet de un colega bloguero de moda en el que mencionaba que había visto un comentario de una mujer insinuando el hecho de que los que trabajamos y hacemos parte de la industria de la moda no deberíamos ni estábamos en la posición de poder opinar sobre la situación política actual ni mucho menos estar celebrando triunfos que no nos corresponden ya que no es el campo en el que nos movemos… ¿Perdón? Agradezco el hecho de no haber sabido cual era el usuario de esa señora porque una lección de moda y política si se hubiera llevado por mi lado.


Iniciemos con la Ted Talk de hoy, porque por lo visto es bastante necesaria y así mismo con esto espero sacar un poco de la ignorancia a quien lo necesite: La gente aún no entiende que la moda es política. Lo es, lo fue y siempre lo será, y para todos aquellos que dicen que la moda no tiene relación en este campo quiero que abran un poco su mente y se den cuenta que todo lo que llevamos puesto cuenta una historia, y así mismo esta funciona como un claro y cristalino espejo social. Es más, la única moda que debería interesarnos es, precisamente, la que no nos llega vacía de contenido. La moda es historia, lugares, personajes, entre otros; los uniformes del partido Nazi creados por Hugo Boss, la minifalda como sinónimo de la liberación femenina, y el traje de pantalón creado por Chanel, son unos pocos y pequeños ejemplos en los cuales evidencia la realidad de esta afirmación.


Panfleto de la colección de los uniformes diseñados y confeccionados por Hugo Boss en apoyo a la militancia durante la dictadura Nazi, en el año 1934. Foto: Publimetro Perú.

Aterrizando un poco el tema a la cotidianidad, existen 4 claros ejemplos que se pueden aterrizar y que complementan muy bien la unión entre la política y la moda: las primeras damas de Colombia y Estados Unidos María Juliana Ruiz y Melania Trump respectivamente, así como sus predecesoras en el mandato Michelle Obama y Tutina de Santos. Si hay algo en particular que siempre distinguió – y hasta el día de hoy sigue haciéndolo – a ambas ex primeras damas es el poder de los vestidos como posición y presencia. Pudimos observarlas a ambas usando faldas o vestidos llamativos y diferentes. Siempre optaron por la destrucción del típico esquema de conjunto de los conjuntos de traje o pantalón, siempre con la intención de transmitir a la sociedad una imagen de mujeres más cercanas y reales. Siempre tuvieron el ojo y agilidad para elegir diseñadores que hicieran honor a los lugares que visitaban (Por ejemplo, vestir de Missoni en Milán o de Kenzo en Japón). Créanme, esta clase de estrategia y carta de presentación emociona más que de lo que ustedes creen porque expone el amplio conocimiento que tienen las mandatarias en cuanto a la cultura de dicho sitio.


Algunos de los looks mas memorables de las anteriores primeras damas de Colombia y Estados Unidos respectivamente: Michelle Obama y Tutina de Santos

Así como las primeras damas pasadas demostraron acertadas elecciones de vestuario y combinaciones a la hora de presentarse en público, las actuales también han dado de que hablar en las redes y medios de comunicación, lastimosamente estas últimas brillaron por ser lo opuesto a sus contra-partes. Recordemos el bochornoso incidente – o muy calculada elección – de Melania Trump a la hora de elegir una chaqueta de Zara que desató una ola de ataques y opiniones. La razón de esto fue el mensaje estampado que llevaba dicha prenda: ‘I Really Don’t Care, Do U?’ en español siendo traducido ‘Realmente no me importa, ¿y a ti?’. Una desafortunada declaración en el momento más sensible de las políticas anti-migratorias del actual mandatario estadounidense. Así mismo se encuentra la elección de vestuario de la actual primera dama de Colombia, María Juliana Ruiz, para el encuentro junto a Iván Duque con los mandatarios estadounidenses, el cual despertó muchos comentarios negativos incluyendo el mío. Para dicha ocasión, María Juliana optó por un look creado por la casa Leal Dacarett, cuya composición consistía en un vestido corto de manga larga, blanco con líneas negras a los costados, y acompañado con una chaqueta de manga corta color azul claro. Esta última fue la que no pasó desapercibida ante los ojos de nadie debido a su apariencia de material de foami. Muy de firma de diseñador colombiano y todo lo que quieran, pero fue la burla de todo el mes de febrero y no le hacía justicia para nada. Punto final.



Las controversiales de vestimentas escogidas por las actuales primeras damas de Estados Unidos y Colombia respectivamente: Maria Juliana Ruiz y Melania Trump.

Entonces como podemos ver, aunque se pensaría que no existe relación entre ambos aspectos sociales los hay, y están más que ligados el uno con el otro. Por tal motivo, por favor no nos pidan a los que hacemos, vivimos, escribimos y opinamos sobre moda que nos callemos y no mostremos nuestras posturas frente a lo que pasa en nuestra sociedad porque estamos en nuestra total libertad de hacerlo, Es como pedirle a un bombero, a un músico o a un conductor que no lo hagan tampoco por el simple hecho de que no pertenecen al gremio político, cuando dicha rama está ligada a la sociedad entera. La agresión verbal (gracias a Dios la física aún no) es algo que personalmente debo soportar a veces por elegir la forma en la que quiero verme ante los demás, lo cual ES UN ACTO POLITICO, y no es para nada bonito, así como tampoco lo es el acoso que deben sufrir las personas y en especial las mujeres en los diferentes medios de transporte o en la calle.


Dejemos de minimizar las opiniones de los demás solo porque no se haga parte de determinado círculo. Siempre y cuando lo que digamos sea con RESPETO y veracidad, cualquier clase de pensamiento que no sea con el fin de agredir a otros es más que bienvenido; la realidad es, que por debates y opiniones tan negativas y faltas de peso es que estamos como estamos en este país.

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