¿OPTIMISMO O RESIGNACIÓN CON EL AÑO NUEVO?
- Inside The Closet
- 9 ene 2022
- 3 Min. de lectura
Cuando uno no está en su mejor forma, ya sea física o mentalmente, las cosas que uno ama se vuelven monótonas; confirmo. Pasé por una época de sequía bastante fuerte y no hablo de la sexual; esa todavía permanece, sino por el contrario un bloqueo creativo y mental donde todo lo que amaba hacer se volvió aburrido. Gracias Dios estos se van solos como si el tiempo los desvaneciera, y al parecer eso está sucediendo con los míos, es eso o el estar en las fiestas de Chanel y Undergold, la nueva marca de streetwear que abrió sus puertas en la capital hace unos dias atras, pareciese que me están devolviendo a mi antiguo ser. ¿Quién es ese antiguo ser del que hablo? Esa versión mía que corría por las calles de la ciudad con la Vogue del mes leyéndola, escribiendo lo que se me viniera la mente sobre lo único de lo que se en la vida: moda, relaciones y cultura pop. El que saltaba como Mario Bros de pasarela en pasarela y lanzamiento en lanzamiento, maravillándose del gran talento local que hay en la industria.
Lo sé, llámenme básico, pero uno recurre a lo que sabe para sobrevivir y afortunado he sido al no tener que recordar el trinomio cuadrado perfecto o el proceso de fotosíntesis para que sea así. Realmente lo extraño, porque era la versión que me mantenía a flote, en donde veía mis capacidades siendo explotadas al 100%. El estar en esos ambientes me recuerda que la moda, los diseños, el behind the scenes, las telas, las pasarelas, los colores, las texturas, los estampados, las amistades, son el lugar donde pertenezco. Necesito volver a ser quien era y al igual que todos, sabemos que si la naturaleza no se hubiera cansado de nosotros y no nos hubiera enviado un virus que paralizaría el mundo por… dos años… ¿y contando? las cosas serían muy diferentes.
Después de un largo año donde creí que no solo acabaría todo el desastre de la pandemia, sino que también cupido me sonreiría por fin, me di cuenta de que no sería así al par de meses de haber dado el 2021 por iniciado. Pero al menos podremos decir que este año ya está acabándose, y aunque es muy seguro que a muchos no nos interese hacernos metas tan especificas más allá de los sueños que sabemos, queremos realizar, no sabremos que nos depara el 2022, si será mejor o mucho peor que los dos últimos. Optaré por ser positivo y hacerme la idea de que todos los planes que están truncados desde hace dos años por fin se harán realidad, Europa ¡allá te voy!
No pretendo hacer un recuento de todo lo que me sucedió este año solo por el hecho que me pesa más lo negativo que lo positivo, y puede que no sea así en el ámbito laboral afortunadamente, pero en materia de relaciones y en lo personal, las cartas aun no me han dado con el numero correcto para ganar. Al menos tuvimos cosas buenas: Taylor Swift se dedicó a seguirnos rompiendo el corazón con el relanzamiento de Red, me di dos merecidas vacaciones en la playa y en la tierra del perreo viendo a la ‘Bichota’ Karol G en vivo, Dua Lipa nos anunció que visitará Colombia por primera vez el próximo año, Disney nos homenajeó con una película entera dedicada a nuestro país, las reinas de Sex and the City volvieron con un nuevo capítulo en sus vidas: And Just Like That… y así podría seguir con esas pequeñas cosas que por muy banales que se lean, hicieron de mi 2021 uno no tan cagado.
Termino este texto intentando darme animo a mí mismo, porque, así como conozco la tristeza y las ganas de no continuar también conozco la felicidad, la paz y el ver las metas cumpliéndose de primera mano. Muchas razones para llorar si tuve, pero si quiero recuperar a esa versión mía de la que tanto he hablado, esa misma que aún lucha por volver a la superficie después de quedar enterrada por las heridas y el polvo de una relación que con el pasar del tiempo solo sigue empolvándose. Se que así será. De todo corazón espero que eso quede en tan solo un mal recuerdo y que mis cajones vuelvan a llenarse de las ediciones mensuales de Vogue, que mi closet vuelva a ser organizado y que mis historias de Instagram reflejen mi felicidad viviendo muchas experiencias. 2022, por favor, te lo ruego, dame todo lo que me han contenido de poder disfrutar desde el 2020.
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