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LA ENFERMEDAD DE LAS REDES

Desde que toda la ola de las redes sociales empezó a tomar fuerza en la internet, los llamados ‘influenciadores’ han cogido fuerza con el pasar de los años. Hemos visto a personalidades como Jeffree Star, NikkieTutorials, que con su talento en la industria del maquillaje han logrado crear marcas e imperios con sus nombres. Sin dejar atrás la cuota colombiana podemos destacar a gente como Juan Pablo Jaramillo, Calle y Poché y alguien que ha dado mucho que hablar por estos días; nuestra querida Paula Galindo, mejor conocida como Pautips.


Partamos de la base de que hoy en día cualquier persona que supere los 1.000 seguidores en las distintas redes sociales automáticamente cree que es un influenciador, pensando que va a mover masas y que tendrá alcances masivos con sus opiniones cuando la realidad es otra, y con esa realidad las responsabilidades de crear contenido ético para el público que lo observa de cerca también le llegan como sumatoria. El jugar a promover imágenes con cuerpos perfectos y moldeados basados en la dieta y el ejercicio es lo que abunda en Instagram y los complejos por no alcanzar ciertos estándares de belleza son los principales en estar a la orden del día nos guste o no. Para aumentar este daño tan profundo que las redes nos causan día a día por no ser capaces de cumplir con dichos requerimientos, parece que la nueva tendencia para los creadores de contenido es el imperio de mentiras en el que se basan para ganar más adeptos a sus cuentas. Para no irnos tan lejos, muchos recordaremos el escandalo sucedido con la ‘youtuber’ Rawanna, quien se dedicaba a promover un estilo de vida 100% vegano y con una dieta a base de plantas, que, según ella, iba a ser la novena maravilla del planeta, y que terminó con el fiasco que todos conocemos al ser expuesta en un video de Pautips –¿Qué coincidencia, no creen? – comiendo pescado, el cual causó revuelo por todo internet.


Para los que han seguido este blog desde sus inicios, se han podido dar cuenta que si no estoy hablando de moda, estoy hablando sobre mi perspectiva de las relaciones en las que nos desenvolvemos a diario, pero no quería desaprovechar el papayaso dado por la señorita Galindo a la hora de haber subido un video en el que según ella se iba a retirar de la plataforma visual mas importante de la actualidad para enfocarse en sus problemas de salud, depresión y poder salir de eso. Confieso que lo vi y que me conmovió profundamente porque esta clase de temáticas son cosas por las que he tenido que atravesar y de las cuales, algunas aun son una carga difícil de llevar y seguirlo haciendo; se de primera mano lo que es convivir con la ansiedad y la depresión y por tal razón manifesté mi apoyo total a su decisión, pensando (al igual que muchos) que eso sería el paso a su pronta recuperación. Dos días después esta misma persona decidió salir en redes a decir que en este momento se encuentra bien y que todos estábamos sacando la situación de contexto, además de afirmar que ese video estaba pre-grabado hace dos meses. ¡DOS MESES! Ustedes a mi me perdonaran, pero que clase de persona puede ser capaz de subir esta clase de contenido a una audiencia de nueve millones de personas, y en su mayoría adolescentes entre los 12 y 17 años.




Señores, la depresión no es un juego, es una enfermedad que mata millones de personas anualmente, produce distintos tipos de comportamientos y llega a generar adicciones que en su mayoría son la razón por las cuales muchas personas no se encuentran con nosotros en estos momentos, y esta clase de temáticas deben ser asumidas y tratadas con toda la transparencia, seriedad y rigor que esta lo exige. Para eso existen profesionales en la salud que se encargan de esta situación, como para que una persona tan irresponsable sea capaz de crear un video, subirlo, lucrarse del mismo para después ‘desmentir’ la situación – literalmente, el titulo del video es ‘ADIOS’-. ¿Es justo con los millones de personas que deben lidiar con esto a diario? NO. ¿Es justo con las victimas que ha dejado esta enfermedad? NO. El video de Pautips fue una escupida en la cara a todos los que hemos padecido de esto mientras esa mujer se revuelca en sus millones que le generan las vistas que le damos.


Una vez leí un artículo sobre el porqué debemos ser conscientes de ver a quienes les estamos dando una voz y una plataforma para exponer sus ideas. No se trata del dicho ‘al caído, caerle’, se trata de saber que el usar a un determinado publico para poder comprar ropa de lujo y viajes costosos es la forma mas baja de hacer dinero. Jamás me he denominado como ‘influencer’ y no pretendo serlo, pero si hay cosas de las cuales hay que hablar por mas incomodas que puedan llegar a ser. Detengamos esa creencia del que aquel que esta pidiendo ayuda es con ganas de generar lastima y llamar la atención. Nunca sabremos cual es la condición o situación que ese otro pueda estar viviendo, pero así mismo seamos capaces de ser honestos y no aprovecharse de ciertas conversaciones para después sacar el dedo del medio y salirse con las suyas. Siempre lo he dicho: SEAMOS PERSONAS.


Por ultimo, y como reflexión, quiero dejarles esta frase de una colega, que espero logre inicia un cambio en la forma de como y a quien consumimos: ‘hay que ser más críticos con el contenido que seguimos en redes, hay que revisar más seguido a quienes seguimos, hay que recordar que nuestros follows son los que logran que la gente tenga una voz.’


¡Nos vemos en las redes!

Twitter: :@__ricardocastro

Instagram: @__ricardocastro

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